Helhest
Miré, y vi un caballo bayo.
El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre,
con mortandad y con las fieras de la tierra.
—
Apocalipsis 6: 1-8
Leyenda
Todos los
viajeros requieren una orientación, ya sea un mapa, una brújula o un guía,
todos necesitan algo que les ayude a hacer más sencilla su travesía y les apoye
a la hora de enfrentar los inconvenientes y obstáculos propios del camino. Los
muertos no suelen necesitar ninguna ayuda para llegar al más allá, pero para
algunos resulta extremadamente difícil cruzar el velo hasta el inframundo.
Diferentes sacerdotes de la región de Schleswig, conscientes de que sus muertos, no solo no descansaban
en paz, sino que además vagaban por los cementerios en busca de un paso al otro
lado, idearon un ritual para crear al psicopompo perfecto, un guía que les
llevase sin demora al inframundo y aliviase el tormento de las almas estancadas
entre mundos. El ritual consistía en enterrar un caballo vivo durante una ceremonia
en el cementerio. El alma se liberaría de su prisión corpórea y acompañaría a
los muertos hasta ese lugar de reposo eterno. El guía fue llama "caballo
de la muerte", helhest en su idioma natal. Sin embargo no todo salió bien,
el helhest podía volver a su forma corpórea y cabalgar asumiendo la forma de un
caballo sin una de sus patas, e incluso en ocasiones sin cabeza. El helhest
podía venir cargado de enfermedades, y solo se dejaba ver ante los ojos de los
moribundos y aquellos que por un motivo u otro estaban a punto de morir. Cierto
o no, todos los que vieron al caballo del infierno cerraron los ojos, y jamás
los volvieron a abrir. Temed al caballo de
Hela cuando lo veáis en vida, y adoradlo cuando lo veáis después de ella.
Descripción
El helhest, caballo del infierno, también conocido como
"helhesten", que significa
"caballo de la diosa del inframundo", es un espíritu guía sin
malicia alguna que acompaña a los muertos hasta el inframundo, velando por su
seguridad y asegurándose de que lleguen sin inconvenientes. En ocasiones puede
rondar a las personas de futuro incierto, esas cuyo destino está a punto de
terminar pero es difícil determinar el momento exacto. En esos casos su deber
como guía es acompañarlos aunque estén vivos, y en el momento de su muerte
mostrarles el camino. Estos seres fieles y serviciales son difíciles de
controlar por nigromantes y magos, aunque pueden acceder a colaborar con
distintas criaturas si perciben destinos funestos para sus acompañantes.
Destino futuro
Algunos helhest
siguen existiendo debido a que ya no hay cuerpo que desenterrar, todos sus
restos orgánicos desaparecieron. No obstante en la actualidad prefieren
permanecer en el mundo espiritual. Con el paso de los años la celosía se ha
vuelto más difícil de atravesar. Han perdido el hábito de rondar a los
moribundos, ya solo se les puede encontrar en el inframundo.
Imagen
Los caballos del inframundo
pueden ser bayos o negros, siempre muestran un aspecto cadavérico y débil, les
falta una de sus cuatro patas y en ocasiones incluso la cabeza. Vistos desde
lejos podrían ser confundidos con caballos enfermos, si no fuese porque el
relincho de un helhest posee un extraño eco fantasmagórico. Son pocos los que
conservan toda su piel, y la mayoría muestra partes de ella sin pelo, con
pequeñas erupciones provocadas por hongos translúcidos. Los ojos de los
helhest, azules o rojos, suelen brillar de forma inquietante. No obstante no
existe ninguna relación entre sus colores y su personalidad.
Sugerencias de
interpretación
Has visto morir
decenas de generaciones, has acompañado las almas de hombres, mujeres y niños,
y a pesar de que fuiste cazado en vida siendo un caballo salvaje, asesinado y
enterrado cruelmente por los mismos a los que acompañas, no sientes más que
lástima por estas criaturas. Lo mejor que te podría pasar es que te dejasen
descansar en paz, pero eso no va a suceder. Gozas de cierta libertad para ir de
un lugar a otro. Preséntate ante los que van a morir si lo deseas, o migra
hacia una nueva población. Vayas a donde vayas acompañarás a los muertos, y a
ti te acompañará la muerte.
Rasgos
Atributos: Fuerza 5, Destreza 3, Resistencia 4, Carisma 4,
Manipulación 4, Apariencia 0, Percepción 6, Inteligencia 3, Astucia 2.
Habilidades: Alerta 2, Atletismo 4, Consciencia 5, Empatía 3,
Esquivar 2, Pelea 3, Intimidación 5, Evasión 3, Cultura de las Bestias 5,
Lenguaje Animal 2, Sigilo 5.
Elemento: Agua (Sabio anciano).
Fuerza de Voluntad: 8.
Niveles de Salud: OK x4, -1, -3 x2, -5 x2,
Incapacitado.
Ataques/Poderes: Mordisco (3 dados), coz o pisoteo (5 dados), embestida
(3 dados), Lealtad[1], Aspecto
extraño (5), Inmunidad (15)[2],
Intangibilidad (10)[3], Muerte
letal[4],
Sentido de la Muerte[5],
Punto débil[6],
Velocidad (10), Viaje espiritual (8)[7].
Trasfondos: Años (2/3)[8].
[1] Suma 2 a la F.V. cuando le intentan convecer para que traicione su
lealtad por medios sobrenaturales.
[2] Tan solo se puede acabar con él mediante su punto débil, aunque se le
puede incapacitar con ataques normales.
[3] Para volverse incorporeo o recuperar la forma física debe gastar un
punto de F.V.
[4] Desenterrar el cadáver de un helhest provoca la muerte del que lo hace
mediante una terrible enfermedad.
[5] Permite ver al helhest si un ser está listo para morir o posee la
voluntad necesaria para sobrevivir.
[6] Desenterrar el cadáver de un helhest neutraliza el hechizo y le
permite descansar en paz.
[7] Puede viajar al Mundo Medio
o al Inframundo. Con una pifia pierde un punto de F.V., con un éxito pasa en 3
turnos y cada éxito extra reduce el tiempo de paso en 1 turno.
[8] Dependiendo de cuando haya
sido enterrado, recuerda desde generaciones enteras hasta muchos siglos atrás.
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